martes, 29 de julio de 2008

hacen falta dandies...

"...Un hombre distinguido es un hombre que se separa de lo vulgar a través de unos medios cuyo volumen es modesto pero cuya fuerza -en cierto modo energética- es muy grande(...)
(...)El dandi no opone en absoluto la clase superior a la clase inferior, sino, única y absolutamente , el individuo a lo vulgar; e incluso para él el individuo no es una idea general, sino que se trata de él mismo, purificado de todo recurso comparativo; en última instancia, es a sí mismo a quien ese Narciso da a leer su propio vestido. Y, por otra parte, profesa que su esencia, como la de los dioses, puede estar totalmente presente en la nadería(...)
(...)De manera que el dandismo no es sólo una ética(sobre la que se ha escrito mucho desde baudeleire y Barbey), sino también una técnica. La unión de una y otra es lo que hace al dandi, y evidentemente la segunda es garante de la primera, como en todas las filosofías ascéticas(del tipo hindú, por ejemplo), donde una conducta física sirve de guía para el ejercicio de un pensamiento; y como este pensamiento consiste aquí en una visión absolutamente singular de uno mismo, el dandi esta condenado a inventar incesantemente rasgos distintivos infinitamente nuevos: tan pronto se apoya en la riqueza para distanciarse de los pobres como busca lo usado para distanciarse de los ricos: precisamente, la función del "detalle" es permitir que el dandi rehuya la masa y no sea jamás alcanzado por ella; su singularidad es absoluta en esencia, pero retenida en sustancia, pues nunca debe caer en lo excéntrico, que es una forma eminentemente imitable.

UNITED STATES LINES PARIS REVIEW; 1962; número especial sobre el dandismo

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